martes, 9 de abril de 2013

The Fall of the Days

                                              ENFRENTAMIENTO FRATRICIDA

                                                                                                           Octubre del 2611



Syndus contuvo el aliento en silencio mientras la carcajada de Wyatt resonaba en el oscuro firmamento. El joven pelinegro aún continuaba esperando la dichosa respuesta, pero su hermano mayor parecía haber perdido todo el interés por dársela. Syndus no entendía el comportamiento de Wyatt. ¿Qué diantres le había ocurrido en su ausencia y por qué se comportaba de aquella forma? Por más que le miraba no había cambiado ni un ápice, no físicamente al menos, pero era obvio que ya no era el mismo Wyatt que antes y eso seguía planteándole la duda de qué era lo que había en el interior del Templo de los Divinos, lugar donde fue sellado la Miasma tiempo atrás. - ¿Vas a contármelo o vamos a pasar mirándonos el resto de la eternidad? - Quiso saber cambiando el tono de voz a uno molesto. Por su parte Wyatt enarcó una ceja ante la nueva actitud de su hermano y se limitó a contestar. - Nada, no había nada. El templo se encontraba completamente vacío, hermano. - Syndus abrió la boca para contestar, pero al ver que no salía nada de sus labios optó por volver a cerrarla. El rubio le miraba de una forma curiosa y al mismo tiempo incómoda, como si estuviera estudiándole para ver todas y cada una de las reacciones que Syndus tenía. - ¿Entonces los Shinter nos mintieron en todo? - Medio balbuceó al darse cuenta realmente lo que significaban las palabras de su hermano. Wyatt se encogió de forma muy leve de hombros y no dijo nada más, dejando que Syndus fuera el que tomara su decisión al respecto sin ningún tipo de influencias externas. - Ése es el motivo por el que hice levantar esta Torre, estaba harto de escuchar tanta mentira. - Continuó Wyatt al ver que su hermano se había quedado completamente mudo. - ¿A qué te refieres? - Cuestionó el pelinegro frunciendo el ceño y recuperando la capacidad de hablar. - Los Shinter nos mintieron y usaron para sus propios propósitos. La única historia que nos contaron y era cierta fue la del Paraíso en la Tierra. Historia en la que no prestaste demasiada atención por lo que veo. - Wyatt sonrió de una forma extraña, casi como si de una mueca se tratara y un pequeño escalofrío recorrió el cuerpo de Syndus. - Explícate. - Pidió al tiempo que clavaba su mirada en la de su hermano mayor, algo impaciente. - Si traemos el Paraíso a la Tierra, los mismos Dioses volverán a este planeta y cuando eso ocurra, la Tierra alcanzará su época más esplendorosa. - Syndus abrió la boca atónito por lo que le estaba contando. ¿El Paraíso? ¿Dioses en la Tierra? Su hermano nunca había sido creyente y sin embargo, ahora hablaba como el servidor más leal de unos Dioses cuya existencia no estaba ni siquiera verificada. - Lo que estás contando es una locura, Wyatt. No tiene ni pies ni cabeza. - Le dijo con un tono algo duro, tratando de cortar con aquel tema de la forma más tajante posible. - Únete a mi, y juntos traeremos la salvación a este planeta condenado a la destrucción. - Dijo Wyatt ignorando el anterior comentario de su hermano y extendiéndole la mano. Syndus por su parte contempló la mano de su hermano sin moverse del sitio todavía. Quería creer en su hermano, pero el problema era que minutos antes había dicho que él sería el sacrificio que traería el paraíso a la Tierra. - No voy a dejar que me sacrifiques, Wyatt. - Sentenció el pelinegro mientras fruncía el ceño de forma muy leve. - Si te unes a mi, eso no será necesario. - Sonrió al tiempo que ladeaba la cabeza y mantenía los ojos clavados en su hermano pequeño. - ¿Y cómo piensas traer el Paraíso sin sacrificarme a mi? - Quiso saber dando un paso hacia su hermano manteniendo aún ese recelo. - Bueno, puedo sacrificar un elemento natural por cada elemento base existente y así tú no tendrás que morir. - Syndus puso los ojos como platos al tiempo que su conciencia era golpeada por una fuerza invisible. ¿Wyatt pretendía sacrificar a los Elementos? ¿SUS Elementos? Eso no podía permitirlo. Wyatt era su hermano mayor, pero los Elementos eran su familia, su responsabilidad. No entendía que su hermano hablara de sacrificarlos como si de trapos viejos se tratara. - Eso no voy a permitirlo, Wyatt, nunca. - Aclaró con un tono de voz que no admitía réplica alguna y mirando a su hermano de forma desafiante. El Shinter suspiró como si aquello le diera lástima y después volvió la vista a Syndus. - Entonces no me dejas otra elección, tendré que sacrificarte a ti. - Sentenció con un tono de voz aterrador.

No había terminado de hablar cuando una fuerza invisible golpeó a Syndus y lo lanzó volando varios metros de distancia. Syndus dejó escapar un grito que quedó ahogado por la sorpresa, al tiempo que se levantaba rápidamente del suelo sin hacer caso al dolor que sentía en todo el cuerpo. Alzó la vista justo a tiempo para ver cómo unas cadenas de color púrpura salían del suelo dispuesto a atarle, sin embargo, esta vez ya no estaba desprevenido y las cadenas fueron calcinadas por un fuego de color negro. Wyatt extendió la mano apuntándole con la palma y acto seguido un círculo con unas runas raras apareció ante sus ojos, seguido de un haz de luz que tuvo que esquivar saltando a un lado y haciendo una pirueta. El cielo se nubló al instante y un terrible aguacero seguido por una tormenta estalló sobre ambos chicos con el viento golpeando la torre con todas sus fuerzas y haciéndolo temblar hasta sus cimientos. - ¿De verdad vas a matarme? - El rubio no contestó y cuando Syndus quiso darse cuenta una bola tan negra como el carbón se había materializado sobre Wyatt. - ¡Respóndeme! - Gritó para hacerse oír por encima del estruendo del viento y la tormenta. Wyatt se mantuvo en silencio mientras que con un simple gesto lanzaba la bola en dirección a Syndus. Éste contempló algo horrorizado que la bola había adquirido el tamaño de un coche, sin embargo, el ataque de Wyatt fue detenido por un témpano de hielo del tamaño de un árbol que cayó del cielo como por arte de magia. Dicho témpano se hizo trizas cuando se encontró con aquella bola de oscuridad y miles de trozos de hielo salieron por los aires. De pronto se quedaron suspendidos en el aire como si de miles de cuchillos se trataran mientras Syndus miraba desafiante a Wyatt. - No eres el único que ha cambiado... - Y acto seguido todos los trozos de hielo, afilados como cuchillas, salieron despedidos hacia Wyatt, mientras éste ladeaba la cabeza con suma curiosidad. El Shinter golpeó el suelo con una patada y todos los trozos quedaron suspendidos en el aire y segundos después se esfumaron. - Esos trucos de feria no van a funcionar conmigo Syndus, incluso me da la sensación de que no estás peleando de verdad conmigo y eso es un gran error. - No había terminado de hablar cuando un rayo tan negro como el carbón cayo sobre él a una velocidad de vértigo, pero no llegó a golpear a Wyatt. Syndus contempló cómo el relámpago golpeaba algo invisible y después desaparecía sin causar efecto alguno en su hermano. - ¿Es todo lo que tienes? ¿Un mísero relámpago, eso es todo? - Se burló Wyatt mientras Syndus se mordía el labio inferior. No le gustaba admitirlo, pero su hermano tenía razón. Durante los años en los que ambos juntos entrenaron sus poderes, él nunca había sido capaz de hacer un rasguño a Wyatt y mucho menos de hacerle sangrar. ¿Entonces cómo pensaba detenerle? - No me desafíes Wyatt, sabes perfectamente que soy capaz de mucho más que esto. - Advirtió al tiempo que su hermano soltaba una suave carcajada. - Adelante entonces. - Le retó al tiempo que Syndus torcía el gesto y un torbellino de fuego, agua, viento y electricidad rodeaba su cuerpo. Wyatt por su parte enarcó una ceja sonriendo levemente, para después apoyar una mano en el suelo. Unas columnas de oscuridad emergieron del suelo y fueron directas hacia Syndus, pero una simple bofetada del viento, los desvió sin necesidad de que el pelinegro tuviera que actuar en consecuencia. El joven pelinegro levantó las manos en dirección a Wyatt y como consecuencia un dragón imbuido con los cuatro elementos emergió del torbellino que rodeaba a Syndus. El dragón abrió sus fauces dispuesto a triturar el cuerpo de Wyatt, pero volvió a encontrarse con aquella fuerza invisible que le impedía el pasó. Wyatt observó el dragón con suma curiosidad sin inmutarse siquiera mientras éste seguía intentando cerrar sus fauces entorno a Wyatt para acabar con su barrera invisible. Un suave sonido de cristal al resquebrajarse seguido de un limpio crack alertó al Shinter de que su defensa estaba a punto de ser destruida. - Ya veo, Etherium... - Fue lo último que dijo antes de que el dragón acabara con su defensa y cerrara los fauces entorno a él provocando una explosión gigante de llamas, agua, viento y electricidad.

Syndus tragó saliva mientras el humo se dispersaba y mostraba a un Wyatt ileso. Es cierto que tenía unas leves marcas de quemadura e incluso bastantes rasguños, pero el rubio se encontraba más que bien. Sin embargo había algo en la mirada del Shinter que daba más miedo que antes y Syndus no estaba muy seguro de saber el qué. - Me has jugado sucio, Syndus. - Comentó con voz inhumana al tiempo que el pelinegro abría la boca para protestar, sin embargo, Wyatt volvió a adelantarse. - Ahora me toca a mi... - Levantó la palma de la mano al tiempo que Syndus se ponía en guardia. Una onda de choque hizo temblar la torre hasta los mismos cimientos y entonces Syndus notó que algo lo arrastraba hacia Wyatt. Algo terriblemente fuerte lo movía en contra de su voluntad, como si Wyatt fuera una succionadora y estuviera atrayendo a Syndus hacia él. El joven pelinegro no pudo soportarlo, salió despedido y cuando quiso darse cuenta, Wyatt lo agarró de la cara atravesando el torbellino y lo estampó contra el suelo con una fuerza sobrehumana, tanto, que abrió un cráter en la superficie. Un alarido de dolor rasgó la noche y se hizo notar a través del estruendo de la tormenta y el silbido del viento. Trató de levantarse, pero en ese momento una columna de presión cayó sobre él estampándolo contra el suelo con más fuerza aún, haciendo más notorio el cráter y haciendo temblar cada uno de los huesos de su cuerpo. Wyatt se inclinó manteniendo aún la columna de presión sobre su hermano y lo agarró de los cabellos para obligarle a mirarle a él, a pesar de la fuerza que ejercía la presión sobre Syndus. - La pelea ha terminado. - Dijo al tiempo que Syndus sintió que le abandonaban las fuerzas. Wyatt deshizo la columna de presión y levantó el cuerpo inerte de su hermano, que lo sostenía todavía agarrándolo de los cabellos. Syndus abrió un ojo con todo su cuerpo dolorido mientras una sombra de oscuridad cruzaba los ojos de su hermano mayor. - Muere como el resto de los Elementos y trae el Paraíso a la Tierra. - Acto seguido soltó el cuerpo y le apuntó con la otra mano. El cuerpo del pelinegro salió repelido fuera de la torre y cayó al vacío mientras el temporal se hacía más fuerte aún.



3 comentarios:

  1. Veo el post, me ilusiono y aparece eso...
    Pero como te odio ¬¬

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  2. Update, yay! Well, vamos a comentar el capítulo que ya tenía ganas de leer :_ Para empezar debo decir que me ha parecido un capítulo bastante "duro". I mean, no pesado de leer ni nada, sino por el contenido de éste y por la conversación que tienen Wyatt y Syndus, la cual no es precisamente agradable -y por no decir la pelea que tienen entre los dos xD- Y well, a mi me ha gustado mucho el capítulo especialmente porque le vas dando color a toda la trama, así como pintándolo y enlazándolo todo :3 Además otra cosa que me gusta es que sabes cuándo darle importancia a los Consejeros/Elementos y cuándo dársela a los hermanos y en mi opinión eso está muy bien :3 Debo decir que el final del capítulo incluso me dio angustia leerlo, ugh. Cause madre mía, menuda paliza que le suelta xDDDD -sí, yo me angustio a veces leyendo- Y estaré ansiosa a ver el siguiente capítulo cuando lo subas :3
    Love you <3

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  3. Me a parecido una batalla pokémon y al final algo de Dragon Ball.
    No has abordado bien la pelea, he tenido la impresión de que el combate era lo siguiente:
    -Ataco
    -Defiendo, contrataque

    Luego el momento de la bola negra me a resultado lioso (aparece, la lanza de donde sale el témpano...)

    Además cuando le agarra Wyatt a Syndius la cara por que el moreno (que se suele utilizar esa palabra designar a los de pelo negro a veces para no repetir pelinegro) por que Syndius no hace nada. Si Wyatt tuviera supervelocidad o lo hubiera electrocutado al tocarlo, vale.

    En resumen; hay que trabajar más estas peleas

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