sábado, 28 de abril de 2012

The Beginning of the End


                                         LOS SHINTER


                                                                                          Diciembre del 2011


  Wyatt se quedó plantado en la puerta sin saber exactamente qué decir. ¿Cómo había llegado aquel anciano hasta ahí? ¿Le había perseguido? Wyatt lo miró detenidamente, a juzgar por su apariencia, el anciano debía de rondar los 100 años. Era imposible que aquel viejo hubiera seguido su rastro. A penas parecía ser capaz de tenerse en pie, mucho menos de perseguirlo a través de un desierto durante varias horas bajo un sol casi insoportable. Reinaba un silencio total en la cabaña. Desde las palabras de Heclacio, los Elementos habían permanecido en silencio, incluso Syndus, que siempre estaba bromeando y abría la boca en el momento menos oportuno, había comprendido que la situación era extraña y peliaguda.

  Todo parecía haber quedado congelado al tiempo que las preguntas y las dudas volvían a la mente de Wyatt como si de un huracán se tratara. Para empezar daba la casualidad de que era un Shinter, después daba la casualidad de que se había cruzado con él en la calle de una aldea que había encontrado de chiripa a dos horas de distancia de ahí; y para terminar aquel "pobre anciano" había recorrido dos horas bajo el sol del desierto en busca de Wyatt. El chico creía que la tribu de los Shinter se había extinguido hace unos 400 años. Exactamente después de que él y su hermano Syndus abandonaran el lugar. Los Elementos se encontraban ahora los cuatro sentados en "su sofá" como ellos lo denominaban. Alex y Elena habían vuelto a sentarse cuando Wyatt se había vuelto para abrir la puerta y desde la aparición del misterioso Heclacio ninguno de los cuatro había dado síntomas de estar vivos siquiera, parecían estar petrificados o muy atentos a la situación. Syndus por su parte estaba entre los Elementos y Wyatt mirando primero al viejo y después a su hermano, como si se tratara de un partido de tenis en el que se había perdido un tanto de vital importancia. Tiró de la manga a su hermano mayor, ya que Wyatt era bastante más alto que Syndus. Al principio Wyatt lo ignoró, pero al decimocuarto tirón, se vio obligado a despegar la vista de Heclacio y volverla hacia su hermano.-¡¿Qué?!-Preguntó con un tono de voz algo estresado. Syndus no se amedrentó ante el tono de su hermano y siguió a lo suyo.-Wyatt, ¿quién es este anciano? ¿lo conoces?-Wyatt por su parte, que no las tenía todas consigo, no tardó mucho en saltar.-¡Pero de qué le voy a conocer Syndus! He coincidido con él hoy en una aldea que está como a unas dos horas de aquí, pero hasta ahí, nada más.-Dijo el chico algo arisco.

  Heclacio por su parte no había dicho una palabra desde que se había presentado y le había comentado a Wyatt de que tenían que hablar, pero al ver que los dos hermanos se comportaban como si en aquel momento él no estuviera en aquel lugar, carraspeó. Los hermanos bien no lo escucharon o bien le ignoraron porque siguieron ambos con su discusión, así que el anciano volvió a carraspear. Entonces se escuchó una voz que provenía desde el interior de la sala de estar, exactamente del sofá donde estaban sentados los Elementos.-Tened cuidado, que parece que el viejo está a punto de sufrir un infarto o algo, no deja de carraspear.-Soltó Alex con su habitual tono burlesco. No tardó en recibir un suave codazo por parte de Elena que estaba haciendo enormes esfuerzos por no reír-No hables así del anciano Alex...-Dijo la chica, pero no había terminado de hablar cuando un coro de risas provenientes de Aaron y Zack la sorprendieron y la chica acabó riendo también, aunque con algo más de disimulo que sus amigos. Por su parte Wyatt volvió a fijar su atención en Heclacio como si acabara de recordar que estaba ahí y Syndus se desternillaba de risa por la broma de Alex.-¿Cómo conoce mi nombre? ¿Y cómo diantres ha llegado aquí?-Preguntó antes de que el anciano se pusiera a replicar o comentara algo de la bromita que había hecho el pelirrojo. Heclacio por otro lado ni se inmutó ante las palabras del Elemento Ignis y se centró en Wyatt al ver que éste último recordaba que se encontraba ahí.-Llevo esperando tu llegada desde que abandonasteis nuestra tribu hace ya más de 400 años y en cuanto a tu pregunta de cómo he llegado aquí, se puede decir que estoy más en forma de lo que parece.-Esta vez fue el propio Wyatt el que volvió la vista hacia su hermano. Los Elementos no habían llegado a conocer nunca a la tribu Shinter, ya que Syndus y él les dieron vida unas décadas más tarde cuando el mundo había empezado a colapsar.

  Había algunas cosas que no concordaban con aquello. Por la cara que tenía Syndus supo que estaba pensando lo mismo que él, no necesitaba leer la mente de su hermano para saber lo que estaba pensando, siempre habían mantenido un vínculo muy estrecho. Syndus parecía estar muy serio, lo que quería decir que sospechaba que el anciano les había mentido. Wyatt también pensaba que había algo sospechoso, pero no creía que el tal Heclacio les hubiera mentido a cerca de su procedencia.-Eso es prácticamente imposible señor, ya que la tribu Shinter se extinguió siglos atrás.-Soltó Wyatt exponiendo sus dudas mentales en voz alta. Heclacio negó levemente con la cabeza mostrándose en desacuerdo con aquel dato.-Estaré encantado de contaros la verdad sobre eso, pero antes... ¿seríais tan amables de dejar entrar y ofrecer alojamiento a un pobre anciano? Ha sido un viaje largo.-Dejó caer mientras estiraba la espalda y varios huesos sonaban con un limpio "clack". Esta vez, fue Syndus el que habló y lo hizo antes de que Wyatt tuviera siquiera ocasión de pararle antes de que dijera cosas que no debía de decir.-Venga ya, deja ya de inventarte historias, tanto yo como Wyatt vimos cómo la tribu fue engullida por aquel extraño fenómeno que por aquel entonces asolaba el planeta.-Heclacio iba a hablar, pero Syndus volvió a cortarle antes de que hubiera tenido tiempo ni de decir "a".-¡No vengas a contarnos cuentos chinos ahora! ¡Tanto Wyatt como yo fuimos testigos de cómo la Miasma arrasaba con la Tribu! ¡Y los tres sabemos que no hay forma existente de salvarse del Miasma!-De pronto un silencio sepulcral sobrevino a lo largo de toda la estancia mientras Syndus respiraba por fin y Wyatt clavaba los ojos en su hermano menor.-Es suficiente Syndus, pase Heclacio. Allí, vaya a la cocina.-Indicó con aparente calma mientras el anciano entraba y se dirigía con paso tranquilo hacia la cocina, bajo la mirada de los Cuatro Elementos que estaban viviendo aquello como meros espectadores, sin intervenir en ningún momento; excepto en el momento en el que Alexander había hecho una de sus clásicas bromas pesadas.

  El rubio esperó a que Heclacio hubiera entrado en la cocina. Después cogió a su hermano del brazo y lo arrastró hasta su habitación, donde cerró la puerta con un suave portazo antes de volverse hacia su hermano menor con una chispa de furia reflejada en su mirada.-¿Se puede saber qué haces Syndus? No deberías haber mencionado la Miasma y menos delante de los Cuatro Elementos.-Syndus no tardó en ponerse a la defensiva cuando Wyatt nombró a los Elementos.-¿Por qué no? Yo creo que tienen derecho a saberlo Wyatt.-Espetó su hermano sin elevar apenas su voz. Wyatt suspiró y permaneció en silencio durante un momento. Cada vez que nombraba a los Elementos o decía algo que los Elementos habían hecho mal Syndus saltaba en seguida como si le estuvieran atacando a él o algo parecido. Por eso generalmente cuando los chicos hacían algo mal Wyatt se lo decía directamente a ellos y así se ahorraba el tener que discutir con su hermano menor. Wyatt entendía la preocupación de Syndus hacia ellos, porque él también lo tenía, pero no de la misma forma. Syndus quería mantener a los Elementos en una especie de burbuja de felicidad y por su parte, Wyatt quería mostrarles las cosas tal y como eran. Es como si dos padres se estuvieran peleando por la educación de sus hijos, cosa que era así en parte.-Porque el destino de los Elementos está ligado a muchas más cosas de las que creemos y una de esas cosas es la Miasma y lo sabes. Ahora que han oído hablar de ella, sé que harán preguntas o como poco Aaron las hará. No quiero que me hagas preguntas hasta que no pueda proporcionarle todas las respuestas, ¿entiendes?-Argumentó suavizando el tono de voz. No quería que Syndus pensara que le estaba echando la bronca o algo parecido. Uno, porque no lo estaba haciendo y dos. porque sabía que si Syndus se lo tomaba como tal, tendrían que alargar aquella discusión más de lo necesario y aquel no era el mejor momento, no cuando tenían a un supuesto Shinter sentado en una de las sillas de la cocina.-Entiendo... lo siento.-Se disculpó el joven moreno con un tono de voz que sugería que lo sentía de verdad.-No pasa nada tranquilo, si te preguntan evade el tema lo máximo posible y ya está.-Le dijo con suavidad al tiempo que volvía a abrir la puerta de su habitación, esta vez para salir.

  Como Heclacio había insistido en que quería hablar con él, Wyatt se dirigió a la cocina mientras Syndus volvía a la sala de estar.-¿Te ha reñido mucho?-preguntó una preocupada Elena, pero antes de que Syndus pudiera contestar, fue Zack el que habló.-No se le ha oído apenas así que aunque sea no te ha gritado demasiado.-Añadió Zack con la intención de animar a Syndus y calmar sus ánimos. Alex por su parte no parecía nada intersado en el tema de conversación y Aaron tenía la frente arrugada, señal de que estaba dándole vueltas a algo.-No, no me ha reñido apenas Elena, simplemente me ha dicho que no debería de haberle gritado así a ese anciano y algo de razón tiene, pero es que me ha sacado de quicio.-Dejó caer Syndus al tiempo que notaba que Aaron volvía a fijar la vista en él.-¿Por lo que ha dicho, no? Eso de que los Shinter no están extintos como vosotros pensabais.-Y antes de que Syndus pudiera contestar Aaron volvió al ataque.-¿Qué es la Miasma Syndus? ¿Y quienes eran los Shinter?-Las palabras flotaron un momento en el aire mientras Elena, Zack e incluso Alex clavaban sus ojos en Syndus esperando una respuesta por su parte.-Veréis, los Shinter eran una especie de antigua tribu guardián y protegían y custodiaban al Planeta del Miasma. ¿Qué es el Miasma? Lo siento, pero yo no puedo responder a esa pregunta y me temo que Wyatt tampoco, pero si se supone que ese anciano es en realidad un Shinter, significa que las respuestas a tus preguntas podrían estar dentro de esa cocina.-Terminó Syndus al tiempo que se oían voces provenientes de la cocina, señal de que Wyatt y el tal Heclacio, estaban manteniendo una conversación. 

3 comentarios:

  1. Alkjasfklasjdlkhasglkdjhylglasrj. Pues quiero más. ¡Já! Esta vez he sido la primera en leerlo :3 Me has dejado con ganas de saber qué es eso del Miasma. Quiero un interrogatorio a Heclacio o lo que sea, pero quiero saber de qué se supone que los Shinter protegían al planeta.

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  2. Está guay, a ver lo siguiente.

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  3. Que fregados es el misma o_ó?, seguire leyendo a ver si encuentro la respuesta.
    Gracias por compartir tu historia Unai :), me encanta
    Saludos!

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